martes, 29 de noviembre de 2011

Cataluña Alternativa


En el programa de hoy hemos tratado con humor, paciencia y conocimiento el movimiento alternativo procedente de Cataluña, de los grupos que no cantan en catalán, ya que de eso hablamos en otro programa, el de Nova, Nova Cançó.

Han sonado grandes grupos como Sidonie, Love of Lesbian, Febrero, Stanstill, Top Models, Mujeres, Cola Jet Set y La Casa Azul.

Hemos podido hablar del nuevo disco de La Casa Azul. La Polinesia Meridional, disco que esta semana analizaremos en esta web.

Disfrutar del programa, difundirlo, y comentarlo!

Nos escuchamos y nos vemos en las ondas del streaming

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lunes, 28 de noviembre de 2011

CRÓNICA KASABIAN. París 22/11/2011

París, Le Zenith, 22 de noviembre de 2011.

El ambiente está cargado en Le Zentih esta noche. París alberga numerosos espectáculos cada día. A pesar de tener a Jamiroquai sonando a escasos kilómetros, los de Leicestershire arrastran, una vez más, a su marabunta intermitente. Intermitente porque nos tienen acostumbrados a reunir a un público poco exigente y fluctuante. Esta es su noche. En la Ciudad de la Luz. O de las Ratas.

Son las 20:00 de la noche y una tímida cola se deja ver desde las 18:00. Algunos preferimos ponernos hasta la bandera con vino bordelés y aprovechar nuestra compañía vasca para arrastrar nuestros cuerpos destartalados hasta los pies de Pizzorno. Como estaba previsto, suenan The Subways. Estimo unas veinte personas. Kasabian está por llegar. “Rock and Roll Queen”. No podía ser de otra forma. Comienza el espectáculo en la última canción de estos pobres teloneros enemigos de la creatividad y del trabajo duro. La Rubia sabe de lo que hablo.
Se menea y nos menea. ¿Nos hemos vuelto locos? Tal vez. Kasabian está por llegar, me reitero.

Una hora después del cierre de puertas inunda el anfiteatro una espesa luz blanquecina que ilumina los rostros demacrados de los asistentes. ¿Alguien dijo rock and roll? Son las 21:00.

Retumba en la sala un acorde menor sintetizado. Huele a la misma Inglaterra moderna que vio crecer a la vanguardia del sonido europeo a principios de siglo. Todo alcanza otro color y todos los colores toman sonido. Está sonando. Está sonando. Nos están engañando con “Club Foot” porque algunas sonrisas cortan el aura. Sabemos cuál es la realidad y se llama “Days Are Forgotten”. Estos cabrones saben lo que hacen. Lo que parecía muerto tornó a la vida y lo que parecía insípido tomó sabor. Le Zenith se levanta para recibir a sus estrellas y el primer single de su último trabajo nos mezcla a todos con todos. Tom Meighan lucha con su alter ego mirándose a sí mismo en el reflejo de sus gafas. Veinte minutos son suficientes para desnudar su vista y soltar un tímido “Now I can see you”. Lo cierto es que no. Lo cierto es que no ve nada. Por eso es co-líder en Kasabian y porta los valores de los restos de la Generación Beat en sus versos.
La temperatura es extrema en medio del frío seco parisino. Quema el hard rock de “Shoot The Runner” y su puente machacón. Las voces se mezclan. El sonido es perfecto y la electrónica de Pizzorno, impecable. Estos no son los Kasabian de 2009. La voz toma tintes sombríos a mitad de canción y los solos de guitarra nos hacen tiritar. Aunque digo, la temperatura es extrema. Es momento de enamorarse en la Ciudad de las Ratas.

“Velociraptor!”, el quinto tema del álbum al que da nombre, prosigue a los disparos y a los corredores y todos volamos y Ian Matthews percuta impecable sobre su humilde herramienta de trabajo. Técnica, credibilidad y saber estar son las palabras que merece en este punto del espectáculo. La llamada a la psicodelia se ha hecho realidad una vez más. Son las 21:20. Todos lo esperamos y ellos responden. Vibra “Underdog” y Sergio vuelve a incrustar su trayectoria sonora en nuestros cerebros. No sé si aquí nos va más rápido la cabeza o el corazón. Están limpiando su nombre y haciendo honores a las críticas positivas que les han ayudado a continuar. Son pocas. Y es normal. Y justo, también. Pero acaban de interpretar la canción que mejor los define y, sí, Meighan se ha quitado las gafas. Quiere ver a su público y se muestra agradecido. Ha aprendido también a interpretar el cortés “merci beacoup” de la sociedad gala. Esto es lo mejor después de 1789. Pero la sangre es sudor. La mitad de los asistentes están semidesnudos y ahí arriba lucen chaquetas de más de cien euros, bien puestas y bailonas, sobre caderas rockandrolleras que saben, mejor que nadie, lo que significa rodar en este oficio.

Se hace la luz entre el sonido intrincado que responde a la bandera de la banda con el bajo percutivo de Edwards. Es muy bueno. “Where Did All The Love Go?”. Todos los asistentes tararean algo cercano a la letra reivindicativa que les dio el número 30 en Reino Unido hace escasos dos años. La música sigue su rumbo, Meighan saca a relucir su pandereta. Le encanta. Y a nosotros, también. “In this social chaos/there’s violence in the air/gotta keep your wits about you/be careful not to stare” son las líneas que marcan el punto de inflexión acústico del concierto, aderezado ya con un fuerte componente político. Éste alza su puño izquierdo. ¿Se le habrá olvidado que está en la nación que nutrió a las corrientes liberales inglesas de política fáctica, de política real? El público no responde. Sólo quiere encumbrar el alma colectiva a los niveles más altos del escepticismo sonoro. Dicho, y hecho.
Vienen “I.D” y “I Hear Voices”. Es un buen momento para hacer comparativa y analizar la calidad de las arrugas de la banda. Juzguen ustedes mismos en sus casas. Siete años de crecimiento. Nos gusta el resultado. El tono pálido del juego de luces del comienzo ha pasado a ser un epíteto de la temperatura y ahora el rojo rallado deja entrever a Sergio reposar su guitarra (una de ellas; ya ha sacado cinco diferentes) para coger su acústica. Esto tiene un nombre y se llama “Thick As Thieves”. Retumba un Mi menor en Le Zenith. Uña y carne, así se empasta un buen directo. Y ellos lo están consiguiendo.

“Take Aim” queda ejecutado con precisión y, su sonido encrudecido, se me hace más una coda que una introducción. Esa guitarra merece los aplausos de toda esta sala. Algunas aplauden con sus senos. Me he despistado unos segundos. Pero no puedo parar de bailar. “Oh take aim now/oh take aim now!” Nuestros esqueletos están preparados para la batalla. Ahora sí, “Club Foot”. Volvemos al minuto cero. Potencia. Ruido. Gritos. Berridos. El primer éxito del grupo convierte el anfiteatro en un festival de carne y flujos. ¿Vamos a explotar? Sin duda, sí. Los coros los hace el público. Es un honor.

Aunque no oigo los primeros nueve segundos de fatiga compositiva en “Re-wired”, noto ya el bajón que necesitan algunos asistentes. Cumplen con su trabajo. Nos llevan a las aristas del rythm and blues y gemimos todos en cada estribillo. Los micros se han acoplado dos veces durante unos segundos. Despidan a ese técnico de sonido. Pizzorno mira sus manos. Todos miramos sus manos. El viento metal nos golpea las sienes. Algunos ya han caído. “Empire” es un buen arma contra eso. Destaco el juego de percusiones, impecable como en estudio. De nuevo Matthews merece todos nuestros respetos. Yo por dentro le hago la ola. Ellas están embobadas con Tom, que ha empezado a trincarse al viento, o como se llame el azufre que estamos respirando. Necesitamos respirar hondo. La luz adquiere tonos verdes y esa atmósfera en que se cultiva el siguiente tema reposa sobre nuestras retinas ahora. Si Oasis suena a The Beatles y Kasabian suena a los de Manchester, el plato está servido: “La Fee Verte” trasforma la soberbia en apaciguamiento. La velocidad reposa ahora en la goma de nuestros zapatos. Efectivamente, todos vamos puestos de ácido y no lo sabemos. Lucy se deja ver y a los dos minutos siguientes todos danzamos alrededor de un cielo de diamantes. Verde oscuro o verde claro. Pero Verde.

“Processed Beats” no cuaja en el ambiente y la escucha se ha vuelto palabras. La gente quiere la siguiente, pero ellos se lo pasan mejor que en ninguna otra. Aquí es donde se palpa el trabajo interno de una banda. La influencia de Karloff es feroz. Ascienden de nuevo, cronológicamente, y vuelven a sumergirnos en las aguas más kasabianas con “Fast Fuse”. Para algunos, el concierto empieza a ser pesado. Para otros, es ahora el momento de observación de maduración en términos de interpretación. La voz sigue intacta, como al principio. Los redobles de Ian estás calientes, intangibles. Los más críticos estamos comiéndonos la garganta. Caen…, y vuelven a subir como la espuma. Suena a martillazos. Esto sí es rock alternativo. Viene Dick Dale. El mísimo Dick Dale, y, como no podía ser de otra forma, empieza en Mi. De nuevo. Suena “Miserlou”, una versión atrevida y fuera de contexto pero que consigue reenganchar a los que habían volcado. Todo vuelve a su sitio. Los reyes se coronan. No paran los aplausos. Yo estoy muy cachondo.

Todos lo estamos. ¿Puede haber un tema más acertado que “Goodbye Kiss”? No. Nuestros deseos se hacen realidad y el concierto alcanza el vértice melódico que algunos esperábamos. No se ve ningún mechero. Pero nos sobran las ganas de seguir con esto. Algunos lloran por dentro, otros se mueren de humor y en todas las caras iluminadas por lo artificial de la noche se ve comodidad. Esto no puede terminar así y acierto en mis predicciones. Tom pregunta que si sabemos cómo se llama lo que suena. Van a hablar de prostitutas polifónicas. Van a cerrar, ahora sí, con “Lost Soul Forever”. Todo el componente rítmico que ha marcado la evolución del directo queda ahora roto con los bailes del público. Estamos volviéndonos locos. Están cerrando como auténticos mesías. Lo están haciendo para regresar a tocar lo que todo el mundo quiere oír, pero aún no lo sabemos.

Después de un rápido lapsus de oscuridad tras la coda del tema carcelero, todas las gradas se levantan para recibir lo que hace falta: una dosis de fuego. “Fire” nos quema, “Fire” nos golpea, “Fire” nos mueve, “Fire” arde en nuestras tráqueas y Meighan canta el ya asentado relleno del estribillo –desde Glastonbury en 2009- que afirma su creencia en lo que hace. “Lo sé, lo siento, lo quiero, tan real…”.

“Real”, la última palabra para un concierto que reafirma el status de un grupo sólido y trabajador. Pizzorno ha cogido unas maracas negras, Tom lo acompaña a capella, se despiden frenéticamente versionando “Michelle”. Tiran por la borda parte de la desembocadura del directo, pero nos hemos quedado muy a gusto. Resuenan en nuestras conciencias como reposa en nuestras retinas la llama que los mantiene vivos. Kasabian no ha fallado como otras veces. Kasabian ha demostrado.

Kasabian nos ha follado.

Una Crónica de Francisco García Castellano.

martes, 22 de noviembre de 2011

Esto es Indie, esto es LVC y entrevistamos a Indiespot


Menudo programa más completo nos hemos marcado esta tarde, Luís nos ha regalado uno de sus programas más completos hablando del Indie, no del indie causal o mainstream, del indie de verdad, desde la Velvet a Vivian Girls. La música ha sonado y nosotros hemos escuchado. No nos ha faltado el sentido del humor, no nos han faltado nuestros ya habituales comentarios fuera de micros, no nos ha faltado alguna colada de Álvaro, por haber hoy ha habido hasta vacilada de nuestro servicio Spotify y eso que lo pagamos religiosamente.

A parte de las interesantes charlas que hemos tenido y la excelente música que ha querido sonar hoy, hemos tenido una magnífica entrevista con Aleix Ibars, miembro de Indiespot, en la que hemos podido hablar del panorama músical actual, del sentido de los blogs, de la grandeza de algunos y las minucias de otros.

Esperemos que disfrutéis, comenteis y difundais este pequeño trozo de nosotros que os regalamos.

El equipo de La Voz en Color.

Por cierto, premio para que el consiga que @indiescabreados escuchen este programa y hagan una mención en Twitter. 

lunes, 21 de noviembre de 2011

martes, 15 de noviembre de 2011

Pop Rock Electroacustico en España: Cat People.


Programa sin desperdicio alguno, agil, sincero y divertido, la receta perfecta que nos gusta cocinar.
Hoy hablamos de pop rock nacional, puras brisas de aire fresco, melodias alternativas de todos los puntos de la peninsula, ha sonado L.A, John Tirado, Los Punsetes, La bien querida, Tulsa, Mishima, The New Raemon, Los Planetas, Nacho Vegas, El columpio asesino...

El plato fuerte de este programa de la segunda temporada es la entrevista a Cat People, telefónica eso si. Los entrevistaremos en persona este sábado en la obra social de Caja Madrid, en Aranjuez, gracias a nuestros compañeros del Ciclo Pop, que ha traído al pueblo que nos acoge a grupos como SMILE, La bien querida y Los Coronas.

De momento aprendamos un poco de Cat People:


Empezaron a formarse en el año 2002, aunque por entonces se hacían llamar Isósceles y, posteriormente, Magic Noise. En enero de 2006, de la mano de Pupilo Records, graban su álbum de debut, Reel#1,el cual incluía dos de sus mejores canciones, Mexican life y Radio, este disco les abrió las puertas de los mejores festivales nacionales, e incluso se publicó en la escena internacional, en países como AlemaniaSuizaAustriaEEUUJapón o Australia. Al cabo de un año , en 2007, sacaron el CD Dummy remix, el cual les hizo romper un poco los esquemas ya que se trataba de un CD con remixes de canciones anteriores como Pretty things o Mexican Life.
Su momento de cumbre musical llegó en 2008 cuando lanzaron a la venta el disco What's the Time Mr. Wolf? con canciones tan famosas como In silence o Sister , y arrastrando éxitos como Radio del disco Reel#1.
Ya por último han sacado Reel and Wolf y Love battle, en 2009 y 2011 respectivamente ,los cuales ya no han gozado de tanto éxito como los anteriores, aunque no por ello de mala calidad. Este ultimo fue promocionado en el FIB (Festival Internacional de Benicasim) 2011.


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martes, 8 de noviembre de 2011

Entrevista Layabouts.

 

Se han dicho muchas cosas, y todas ellas muy interesantes hoy, en nuestro tercer programa de nuestra segunda temporada de La voz en color. Con nosotros han estado ni más ni menos que uno de los máximos exponentes actuales de la escena musical madrileña actual: Layabouts.
Hemos hablado de ellos, de su formación, influencias, la situación del rock español en inglés y por supuesto el estado de la escena musical en España. Todo ello formando un compendio con el cuál poder entender las claves de la realidad musical a cargo de uno de los grupos más en forma.
Desde La voz en color, nos enorgullece enormemente poder entrevistar desde nuestros medios a un grupo como Layabouts, componiendo un buen rato radiofónico y entrañable a partes iguales.
Esperamos con todo nuestro empeño, sacrificio y esfuerzo que os guste.

El equipo de La voz en color.

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Especial Layabouts


Layabouts nace del encuentro de cuatro jóvenes madrileños: Javi, Jon, Rober y Víctor, que se juntan en Octubre de 2005 para formar una banda de pop guitarrero, con una clara influencia británica. La cosa empieza a funcionar desde el principio y salen canciones de forma natural donde el protagonismo lo tienen las melodías vocales y los riffs de guitarra.

Como principales influencias suelen nombrar a Joy Division y los grupos americanos de garage de los 70, aunque es fácil reconocer las raíces en los clásicos de los 60 y las grandes bandas del rock. Así, podemos oler aromas a Beatles, Kinks, The Who o hasta The Cure en sus canciones. También tienen sus referentes en la música actual y no dudan en mostrar su admiración por bandas como The Killers, Bloc Party, The Bravery, The Kooks, We are Scientist, Arctic Monkeys…



El 5 de abril de 2006, con apenas seis meses de vida como grupo, se produce su debut sobre sobre los escenarios madrileños en la emblemática sala Moby Dick con un gran éxito. La sala registró un casi lleno y el sonido fue impecable, lo que hizo que algún responsable de discográfica presente se fijara en ellos. Así mismo, los responsables de programación de Moby Dick les contratan para participar en el ciclo de conciertos para menores La Caja de Música, porque el que han pasado nombres como The Sunday Drivers, Deluxe, Budapest, The Posies, La Casa Azul, Nada Surf, Paul Collins o Nosotrash.

Tras sus primeros conciertos se suma al grupo para los directos Martí Perarnau (Underwater Tea Party, Sixty-nine Million Inches) para arropar las canciones con los sintes. Los arreglos que introduce Martí dotan a las composiciones de Layabouts de unas dimensiones mucho mayores y su presencia se hace indispensable sobre los escenarios.

Tras unos meses como músico colaborador, Martí queda integrado plenamente en la banda antes de que el grupo se meta en el estudio para grabar su primer disco. El quinteto viaja a las cálidas tierras del Puerto de Santa María en marzo de 2007, donde graban con la producción de Paco Loco en los Estudios Odds su álbum de debut.

Las grabaciones fueron rápidas y se hicieron en un tiempo menor al inicialmente previsto y las mezclas se mandan a los estudios Sonoland de Madrid, donde Dani Altarriba se encarga de la masterización. El resultado de este trabajo son once cortes que forman “Layabouts”, un disco que podría catalogarse de “rock bailable” pero que tiene garage, power pop, rock...




Tras una larga gira de presentación de “Layabouts”, el grupo se puso a componer las canciones de su segundo trabajo. El nuevo disco tenía que representar muy bien el momento de la banda y lo que querían comunicar, por ello se tomaron más tiempo en prepararlo que su disco de debut, que fue un trabajo enérgico, visceral y espontáneo.
“…And they ran into the woods” nace de un ejercicio de introspección, de un análisis personal de cada uno de los miembros, de una mirada a su interior para sacar lo que querían mostrar exactamente. Se trata de un disco mucho más trabajado, mucho más elaborado, mucho más maduro.
Para la grabación se buscó a uno de los mejores productores de rock que hay en España y Layabouts se desplazó hasta el País Vasco para trabajar junto a Kaki Arkarazo. Aquello también influyó de manera notable. Los estudios Garate de Andoain, perdidos entre las montañas de Guipúzcoa, dieron la tranquilidad necesaria para estar 100% concentrados en el disco que tenía que mostrar si Layabouts seguía siendo una promesa o si ya era una realidad.
Las grabaciones se alargaron durante un mes y el resultado se envió a masterizar a los estudios PoM Master de París bajo el control de Pompon F. El disco resultante es una expresión de rock en toda regla, más alejado de las luces de neón y las pistas de baile de su predecesor, y más cerca del garage americano de los 70. Se trata de un disco más oscuro pero mucho más sincero y emocionante.
Tras la grabación del disco, Martí Perarnau se vio obligado a abandonar la banda ante la imposibilidad de compaginar su actividad en Layabouts con la de Underwater Tea Party, grupo en el que era la voz principal, teclista y guitarrista.
Una vez terminado el trabajo de grabación comenzó la búsqueda de sello para su publicación. Tras recibir varias ofertas de sellos consagrados de la escena independiente pero sin garantías, el grupo decidió crear su propia discográfica: Homeless Records. Y para debutar como empresa, antes de publicar “…And they ran into the woods” Layabouts decide ofrecer a sus fans un regalo, una edición limitada en vinilo de 10” de “Corrupted scene behind the stage”, el single adelanto del nuevo álbum elegido por los propios fans a través de una votación en MySpace.
Junto al tema principal aparecen publicadas dos canciones inéditas como caras B: “Take’n’break” y una magistral versión de “Inside looking out” de The Animals. Ambos temas se grabaron en sesiones aparte a la grabación del disco y en este caso tuvieron lugar en los estudios Neo Music Box de Aranda de Duero (Burgos) con el maestro Raúl de Lara en los controles. Este single salió publicado en junio de 2009 y en septiembre se lanzó “…And they ran into the woods”, recibiendo excelentes críticas por parte de la prensa y una especialísima acogida por parte del público.





En un breve descanso hacia el final de la gira entran de nuevo en los estudios Garate con Kaki Arkarazo. Allí, graban los diez temas que formarán “Savage behavior”, un directo a la mandíbula, un tren sin frenos, un disco de auténtico rock and roll.
Las guitarras han ganado en protagonismo y encontramos un disco de rock a secas, sin poses forzadas ni artificios retóricos. Desde sus comienzos, Layabouts llevan la sinceridad por bandera en su compromiso con la música. Algo que afianzan y acentúan con su tercer disco.
En los comienzos Layabouts (Wild Thing Records, 2005) recogió los himnos primarios entre guitarras y sintetizadores. Luego …And they run into the woods (Homeless Records, 2009) oscureció y enrabietó su sonido de la mano del productor Kaki Arkarazo, con quien repiten en Savage Behavior (Homeless Records, 2011) para alcanzar una nueva dimensión sonora y de madurez en un álbum cuya primera virtud es que se hace corto.
Sus 10 canciones, directas y concisas, convencen en la inmediatez. Prueba de ello es Fire, con aroma a single de alcance internacional. O los ganchos a la mandíbula marca de la casa que suponen temas como To the end, On my side o el más descarnado Chevy. Y con River of the moon plasman autenticidad en las letras junto a un estribillo que evoca tenebrismo.
Pero también hay novedades. Retazos de rock sureño en It´s all dead o, sobre todo, Rollercoaster. O la exploración de ritmos con guiños al math rock en Numbers Figures. Además, por primera vez, rebajan el pistón y la furia con Falling over (the man who broke the law), mostrando una faceta nunca antes sugerida.
Y por delante de todo, esa declaración de principios que es Rock's dead, un tema redondo donde los coros vuelven a jugar un papel importante.